lunes, 1 de septiembre de 2014

En Marina Abramovic, descrita a sí misma como la “abuela del arte de la performance” observamos como un artista viaja entre las pulsiones apolíneas y dionisiacas traspasando muchas veces este umbral.
En uno de sus performances “Ritmo0, 1974”, el más impactante se devela este juego de pulsiones, en donde el público completamente embriagado deja al descubierto todas sus perversidades.
La experiencia que aprendí fue que... si se deja la decisión al público, te pueden matar... Me sentí realmente violada: me cortaron la ropa, me clavaron espinas de rosas en el estómago, una persona me apuntó con el arma en la cabeza y otra se la quitó. Se creó una atmósfera agresiva. Después de exactamente 6 horas, como estaba planeado, me puse de pie y empecé a caminar hacia el público. Todo el mundo salió corriendo, escapando de una confrontación real.
Marina Abramović




“La artista está presente, 2010” Una gran retrospectiva de su obra en la cual me atrevo a decir que se evidencia una etapa de equilibrio, de armonía, en este punto ella regresa a la embriaguez consciente y mira con cierta calma como las vidas y su vida transcurren frente a sus ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario