domingo, 14 de septiembre de 2014

"Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.
Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.
Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán: 
“¡Es hora de embriagarse! 
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, 
¡embriáguense, embriáguense sin cesar! 
De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca." Charles Baudelaire.

2 comentarios:

  1. te comparto mi ampliación que se relaciona un poco con el deseo de embriagarse que abordas y lo relaciono con esa ingenuidad que nos permite sobrellevar mejor la vida.


    EL VALOR DE LA INGENUIDAD


    El hombre griego horrorizado y espantado con la crudeza de la naturaleza y la existencia humana, tuvo que crear la imagen onírica de los dioses para sobrellevar su vida, darle un sentido y propósito destacado que exaltara sus experiencias y las hiciera mas meritorias y satisfactorias. En esta medida la muerte era algo negativo y no se deseaba morir pronto; pues la vida por mas tediosa, caótica o denigrante que fuese era digna de ser vivida como prueba de los dioses, imaginándose dignificado como los héroes que soportan muchas pruebas para alcanzar la victoria, o transfigurando las ideas y los designios de los dioses.
    El hombre griego busca una especie de "armonía con la naturaleza", pues a pesar de sus poderes titánicos que iban relacionados directamente con la voluntad de los dioses del horror o de la alegría, la naturaleza les proporcionaba un equilibrio en sus vidas, pues los envolvía en enérgicas ficciones engañosas y falsas ilusiones placenteras que les hacían ver y vivir el sufrimiento como algo sumamente excitable y honorable; eh ahí el valor de la" ingenuidad" como ese quedar enredados en la belleza de las apariencias que la naturaleza pone ante sus ojos, justificándolas y sublimando la vida por encima de todo. Así, la ingenuidad es una victoria pues a través de estas ilusiones apolíneas se magnificaba el deseo de soportar la vida, de superarla y de encontrar la satisfacción en ello.

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  2. Es hora de embriagarse de si para conocerte a ti mismo, para disfrutar de un derrote de sueños, y para no decaer en la cruel realidad

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